El cine nos mueve; nos inspira con historias fantásticas de héroes 
y heroínas que al final siempre logran salvar el día;
nos conmueve con dramas reales que tocan fibras y nos hacen amar más la vida;
nos emociona con persecuciones que nos mantienen al filo del asiento,
apretando fuerte las manos como si fuéramos los perseguidos;
nos enamora con abrazos que se funden en la lluvia tras el fin de una guerra;
nos cautiva cuando sentimos afinidad con el protagonista que hace frente a la adversidad y al final su resiliencia lo lleva al triunfo. 
Nos desconcierta con finales inesperados y a veces hasta nos hace enojar. 

El cine colombiano es movimiento que nos conecta a través de emociones.
Para seguir emocionándonos; movamos al cine colombiano.
Back to Top